Buenas días lector:
Hoy vamos a seguir un poco el hilo a un artículo anterior: Atolón bikini: Playa de cristal. Islas malditas por herencia atómica; para entender la importancia de esta decisión que cambió el rumbo de la historia y engloba a dos grandes de la historia cuyos inventos modificaron nuestro conocimiento y tecnología:
Einstein y Tesla.
Como bien sabemos, Einstein (a pesar de sentir desprecio por las guerras) sus conocimientos contribuyeron a la creación de la bomba atómica, utilizada por los norteamericanos durante la II Guerra Mundial y cuyos efectos y estragos ha sufrido la humanidad. Si bien se arrepintió de ser el Padre de semejante artefacto, su herencia nos ha llegado igualmente.
Antes de nada, aclaremos esto un poco; a pesar de ser considerado "Padre de la bomba atómica", sus teorías permitieron el descubrimiento de ella (incluso cuando se notificó que podía dar lugar a una bomba gigantesca ni él mismo se lo creyó al principio). Su contribución, junto con la de muchos otros científicos permitieron llegar a ella. Apoyó la iniciativa de llevar a cabo el Proyecto Manhattan por Robert Oppenheimer. Pero fue este último quién lideró este proyecto que culminaría con la creación de las bombas nucleares y sus ensayos (el cual también acabó lamentando su utilización en Japón por las víctimas inocentes).
Aclarado este matiz no creamos que los americanos desde un principio tendrían claro cuál sería el arma definitiva a desarrollar invirtiendo millones de dólares. Tuvieron que elegir entre varios proyectos y Tesla (a quién debemos la electricidad alterna que usamos día a día) ofreció su proyectó llamado "El Rayo de la Muerte".
Si bien el nombre impone, en realidad, de haberse desarrollado, hubiese sido muchísimo menos agresivo, puesto que su idea era un artefacto como una torre que pudiese lanzar un rayo de partículas ionizadas lo suficientemente potente como para derribar los aviones enemigos.
A pesar de ser otra arma de destrucción, el enfoque de Tesla era acabar con la guerra, pues si todos los países tuviesen estas torres a modo de amenaza para desistir de cualquier guerra o ataque; y así se acabarían (a su entendimiento).
A modo de apunte personal, si analizamos las consecuencias del uso de las dos armas, el Rayo de la muerte se quedaría casi como algo inofensivo y puntual que provocaría "unícamente" el fallecimiento de los pilotos; en vez de millones de vidas civiles y militares y sus consecuencias radioctavias nefastas que quedan en el ambiente durante décadas. Con esto nunca quedaría excusado o justificado la muerte de una sola persona y muchísimo menos por guerras decididas por una élite que nunca expone sus vidas en peligro sino que manda a su pueblo a morir por sus intereses.
Retomando el hilo, su proyecto nunca fue aceptado ni llevado a cabo a pesar de que se conocía desde la I Guerra Mundial. El desenlace fue el conocido, se escogió la bomba atómica para destruir todo a su paso.
