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miércoles, 23 de diciembre de 2015

Todo queda en los Concilios: la Trinidad y los libros de la Biblia


Buenos días querido lector:


El otro día estábamos comentando acerca de la posteriori decisión del Nacimiento de JesúsCristo por emperadores. Dado que estamos a punto de entrar en estas fechas tan especiales que son las Navidades vamos a seguir comentando otras cuestiones que siempre surgen en las mentes inquietas y sanamente curiosas:

Parece que la ideología cristiana ha sido siempre igual e incuestionable por los siglos de los siglos y amén. No obstante, ya vimos el otro día que increíblemente no es así, pero lo hemos heredado con tanta fuerza que lo aceptamos sin imaginar que hubo un tiempo que no fue así y un grupo de hombres tan humanos y mortales como nosotros, se reunieron para decidir puntos pilares tales como son:


  
 LA TRINIDAD Y LOS LIBROS DE LA BIBLIA

Estas decisiones fueron tomadas en los Concilios, así, en el I Concilio de la historia, el Concilio de Nicea convocado por nada menos que Constantino el Grande en Turquía (allá por el año 325) fue aquí donde los teólogos reunidos, bajo la presidencia del obispo Osio de Córdoba, decidieron dictaminar que la figura del Espíritu Santo fuese elevada al mismo rango y nivel que Dios y Cristo, formulándose así la conocida doctrina trinitaria. 

Al principio siguió habiendo debates y discusiones pero el emperador Teodosio dictaminó, en el 381, que el credo de Nicea sería la norma bajo su dominio y quedó ya finalmente establecido para la posteridad. 

En cuanto a los libros que quedarían aceptados y recogido en la Biblia fue decidido en el Concilio de Hipona en el 393. (Hipona: antigua ciudad de Argelia que primero fue colonia de Tiro y luego romana). El Papa Dámaso I había propuesto una lista de libros para componer el libro dogmático, que fue la seleccionada y reafirmada. Es así como nos llegó entonces hasta nuestros días.
Pero lo que es más aún importante: es cuando se decide que nada más fuera de estos libros sea leído como escrituras divinas o canónicas. Todo lo demás quedaría como lo que conocemos como "libros apócrifos".



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