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miércoles, 16 de diciembre de 2015

Nacimiento Jesús, decidido por Carlomagno y Agusto


Buenos días lector:


Dado que la semana que viene entramos en Navidad, y se acerca la Nochebuena, donde se celebra la tradición cristiana del nacimiento del niño Jesús.

No hay duda que es una fecha entrañable y tierna, donde se aprovecha este día del profeta e Hijo de Dios para reunirse toda la familia y festejar con buena comida y brindis. 

No obstante, atendiendo estrictamente a la fecha donde se derivó la tradición mantenida hasta la actualidad (y futuro) ¿de dónde sale esta fecha de 24 de diciembre?

Tengamos en cuenta que no aparece en la Biblia para empezar de forma concreta y concisa.

Hay un debate acerca de la elección de la fecha según intereses políticos y religiosos; así como la fecha real del nacimiento de Jesús. Comentar que unos estriban el 6 de abril, otros el 29 de septiembre y unos últimos en agosto. 

Estas interpretaciones se hacen en base a las menciones de la Biblia, la fecha de muerte de Herodes, el reinado de Augusto...

Dejando a un lado el debate de distintas hipótesis de la que no se puede extraer una única conclusión verdadera y absoluta. Si podemos contrastar dos hechos muy interesantes que hicieron que se decidiera que las fecha fuese la actual:

Por un lado en el siglo IV, los cristianos en su intento de eliminar el festejo de las fiestas paganas, procuraban que las celebraciones cristianas cayeran en los mismos días que las otras para así transformarlas. Así, por ejemplo; el 21 de diciembre era la fiesta pagana romana Invicto Sollo Diualias (se celebra el acortamiento de los días y alargamiento de las noches). 

La primera mención del 25 de diciembre es en el calendario de Filócalo en el 354 A.D, oficialmente proclamado por los padres de la Iglesia en el 440 D.C (coincidiendo con el día festivo de Saturnalia).

Definitivamente quedó establecido ya en la Baja Edad Media (siglo IX) cuando Carlomagno hace rodar las fechas para que coincida con fecha de su coronación (y así legitimar su poder y liderazgo). Fue este emperador quién estableció empezar a contar los años según el año de nacimiento de Jesús; lo cual hemos heredado hasta la actualidad y así seguimos contando nuestros años.

Claramente quedó distorsionado a la hora de forzar el conteo de los años para que coincidiera con su reinado, pero ya Augusto lo había hecho antes también provocando un desfase de cuatro años.

Esto no quiere decir que vivamos en una mentira cronológica, todo lo contrario, es parte de la herencia y, muchas veces poder y religión han ido de la mano, En la Edad Media y Moderna era muy habitual usar la religión para legitimar el poder de los reyes y emperadores.



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